miércoles, 4 de marzo de 2015

NUESTRA HISTORIA... EMPEZAMOS EN ALARCOS.

¡¡Piruja nos volvió a mandar un whasapp...!! ¡¡Qué bruja tan moderna!! Nos dijo que el otro día, al volver de nuestro cole, se encontró con su amigo el brujo Pirujo. Al decirle que le íbamos a ayudar, Pirujo nos invitó a conocer su castillo. Sin embargo, con el despiste de Piruja, no se acuerda dónde estaba. Si lográbamos dar con él, podríamos visitarlo. Sólo se acordaba de que allí vivíamos en la Edad Media.
Trabajo de investigación para las familias. ¿Qué castillo podía ser? ¿dónde estaba? ¿qué pasó con él?

Fueron muchas las que nos ayudaron a averiguarlo y, gracias a ellas, pudimos enterarnos de una parte de nuestra historia. Parando muchas veces, para asimilar conceptos, nos ayudamos de este vídeo para conocer lo que en julio de 1195 pasó a 8 km. de la actual Ciudad Real.


También nos ayudamos de este mural, que rescatamos de nuestra biblioteca, donde pudimos "poner cara" a Al- Mansur y Alfonso VIII, conocer el campo de batalla, analizar la estrategia que nos hizo perder, y comparar la caballería ligera musulmana y la pesada cristiana.


Y, como no,... dramatizamos aquel 19 de julio... para vivenciar el hecho histórico.


Con todos estos conocimientos nos ganamos conocer aquel castillo, que nunca llegó a terminarse de construir, y el lugar donde se produjo la batalla en la que fuimos derrotados.

¡¡¡EXCURSIÓN A ALARCOS!!!
El día anterior preparamos nuestra lista para que no se nos olvidara nada.


Así, con muchísima suerte con la temperatura del día, el 25 de febrero nos montamos en autobús para vivir nuestra aventura.
En Alarcos, fuimos recibidos por nuestro brujo Pirujo particular... Pepe Ortiz, funcionario del Ayuntamiento, gran conocedor de la Historia de Ciudad Real que con una enorme paciencia nos fue explicando minuciosamente todo lo vivido en ese lugar. 

Primero vimos un documental sobre Alarcos. Aprendimos que, antes de los musulmanes había asentamientos prehistóricos, los Íberos habían vivido allí.

Después nos dirigimos hacia la entrada del Parque Arqueológico, y comenzamos a subir el cerro en el que se encuentra el Castillo.
Primero los asentamientos íberos. Vimos una calzada y el trazado de casas. Pepe nos contó que, debajo de nuestros pies, había más casas, vasijas y demás útiles. ¿Qué hicieron mis niños...? Os lo podéis imaginar.


Nos encontramos con parte de la muralla que protegía el castillo, tan ancha que podían cabalgar los soldados con los caballos.


Pepe, nos mostraba la diferencia de las piedras utilizadas en el muro y torres del castillo. Usaron las piedras de las casas de los íberos (reciclaje) pero para reforzar las torres utilizaron piedras que tallaban los canteros. Los canteros firmaban sus obras de modo que nos enseño la marca de los canteros.


Los carteles significan cosas, y Pepe con gran paciencia nos lo explicaba.


Cuanto más subíamos más bonito era el paisaje, y más nos dábamos cuenta de la importancia de construir los castillos en zonas altas.


Por fin, llegamos al punto de la excursión donde pudimos ver el campo de batalla, el cerro de las Cabezas  y conocer cómo nos venció el enemigo, cómo tuvimos que escondernos tras los muros del Castillo, cómo huyó el rey Alfonso VIII refugiándose en Toledo, y cómo entregamos Alarcos a Al- Mansur.


Ya nos faltaba muy poco para conquistar el Castillo que estaba tan alto, tan alto como dice la canción.
Y esto es lo que queda del Castillo... mucha imaginación hay que echarle...

Lo que más llamaba nuestra atención es la mazmorrra.


Ésto es lo que se veía dentro de ella.


Y el pozo de nieve, donde conservaban la nieve caída en invierno para mantener los alimentos en perfectas condiciones. También aparecieron piedras de molino, donde se obtenía la harina,... 


Casi podíamos tocar el cielo, pero con mucho cuidado tuvimos que bajar.


Bordeamos el Castillo, apreciando sus vistas maravillosas.


Y buscamos el foso seco del castillo que protegía esa torre ahora destruida.


Momento de relax y pis al bajar a la ermita.



Y, de nuevo, observación de algunas de las características del arte medieval... el Rosetón de Alarcos. 
Por fuera.

Y por dentro.


Los techos, las columnas, los bancos...

Y, ahora sí, momento bocata...


Nada más rico y placentero


que un bocadillo en el campo


tras una excursión de dos horas subiendo y bajando cerro.


Recuperamos fuerzas,



tomando el sol...


Dejamos todo bien limpio.



Y... al autobús...















Sólo contemplando sus caras en el viaje de vuelta... ¿cómo pensáis que lo pasaron?

Mil gracias a Maru, a mis compañeras y a Eva, Nazareth y Juan Carlos, que nos acompañaron y estuvieron pendientes de nosotros en cada momento.















1 comentario:

  1. ¡Cuánto estáis aprendiendo! Veo que se lo pasaron fenomenal en la salida y que aprendieron muchísimo. Un abrazo.

    ResponderEliminar

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...